En el interior de Andalucía, en su zona central, el Guadalquivir se abre paso por la provincia de Córdoba, descubriéndonos su valle en toda plenitud. El Valle del Guadalquivir discurre de este a oeste atravesando la provincia de Córdoba, desde Villa del Río hasta Palma del Río, con un protagonista de excepción, el río Guadalquivir, que ha dado vida a este bello lugar, configurando un territorio repleto de contrastes paisajísticos, historia, patrimonio, cultura, tradición, y vida, sobre todo vida.

En el Valle del Guadalquivir, al gran río hay que unirle, sus numerosos afluentes y los embalses que permiten el riego en todo el valle, dando fertilidad a sus tierras y ofreciendo, además de un deleite visual, un lugar donde el agua facilita al visitante numerosas posibilidades para la práctica de los deportes náuticos, un paraíso para la pesca o simplemente para el disfrute de un paseo en barca. Y la oferta para el turismo de embalses es numerosa: El Bembezar, el del río Yeguas, el Martín Gonzalo, el Embalse del Salto, el del Retortillo, Arenoso o el de la Breña, jalonan el Valle del Guadalquivir de estos remansos de agua.

El Valle del Guadalquivir ofrece un entorno natural de gran valor tanto ambiental como paisajístico. El Río, en su margen derecha, nos va a dar paso, a través de sus afluentes, el Yeguas y el Bembezar, a dos grandes espacios naturales, de una gran riqueza paisajística y faunística, representantes genuinos del bosque mediterráneo y que son los Parques Naturales de Cardeña-Montoro y el de Hornachuelos.

Espacios que con miles de hectáreas de naturaleza, posibilitan el desarrollo de rutas de gran belleza paisajística, disfrutando de una flora y faunas únicas. La abundancia en estos parques naturales especialmente de ciervos y jabalíes, hace que se constituyan en verdaderos santuarios para estos animales, ofreciendo espectáculos únicos como son la berrea.